#92 Autoart Ford GT #68 Ganador Le Mans 2016
Ford, quiso rendir tributo a su histórica primera victoria de Le Mans en 1966 destrozando a los Ferrari, y entrando los 3 primeros juntitos, (demasiado juntitos, que se lo digan al malogrado Ken Milles, ganador moral, que no oficial, de la prueba - recomiendo encarecidamente ver la película Le Mans 1966-). Después de 50 años de tal hazaña, lanzaron un coche, el Ford GT que no se quedaba atrás en honrar a sus antepasados.
Con un estilo muy original, especialmente porque el pilar C se separa literalmente de la carrocería para dejar una tremenda zona de paso de aire, un motor Ecoboost de 3,5 litros, no muy grande, pero concentrado como el Avecrem, V6 de 600 CV, carrocería de fibra de carbono, última tecnología en muchos aspectos, el día de su presentación a nadie dejó indiferente. Muchos lo deseaban, pocos podían tenerlo. No bastaba con tener el dinero. Hay que pasar un proceso selectivo. Es un coche de ensueño, y que particularmente me tiene enamorado.
Pero claro, este coche no se había inventado para pavonearse solo por la calle. El homenaje del 50 aniversario debía ser rindiendo tributo en la pista, en Le Mans. Querían hacerlo perfecto, participar en Le Mans y ganar. Y no ganando a cualquiera. De nuevo se repite la historia, en la categoría GTE PRo tenían como mayor rival al precioso Ferrari 488. Si el coche de calle es espectacular, la versión LM es para caerse de espalda, lleno de difusores, bits aerodinámicos, alerones tremendos, el coche es elegante y brutísimo a la vez. A diferencia de los coches de categoría superiores, que sí, son muy rápidos, para mi gusto estético, son como laboratorios de ruedas, enormemente complejos donde la eficacia aerodinámica supera al gusto purista por una estética tradicional de un coche de carreras. Sin embargo, en esta categoría, los coches que compiten se parecen a coches, a super coches. Da gusto verlos, son preciosos. Y si el Ferrari 488 es maravilloso, este Ford se me cae la baba cada vez que lo veo.
Pues bien, de la mano de Joey Hand, Dirk Muller y Sebastien Bourdais lograron el homenaje perfecto: ganar Le Mans en su debut 50 años después, en un apretado final contra un Ferrari, y alcanzando la primera, tercera, cuarta y novena posición. Un resultado fantástico, en un escenario perfecto. Una felicidad plena, totalmente antagónica con lo que pasó en la categoría reina con una de las derrotas más dolorosas que se recuerdan por parte de Toyota.
LA MAQUETA:
Cuando Autoart anunció esta maqueta, lo tuve claro desde el minuto 1. Debía estar en mi colección. Mi devoción por los GT no podía dejar de lado tener esta unidad. Y eso que llegué a flirtear con el GT de calle, teniendo incluso la versión de MAisto que presenté por aquí y que ya no está en mi colección. Pero quería tener solo un coche, el más bestia, el más representativo, y el ganador.
Sabía que tenía que tragarme mi orgullo en aceptar una maqueta de composite, del que me manifiesto reacio respecto al metal tradicional. Y aunque reconozco las bondades de dicho material, no soporto la carcajada que se ha metido Autoart cuando indicó por medios oficiales que conseguirían precios competitivos con mejores detalles. En este caso, 232 € por este coche duele como puñalada trapera, pero es el caso más flagrante que tengo de la frase "shut up and take my money", mi ceguera por este modelo supera todos los límites de la cordura. Debía tenerlo sí o sí, sin más dilación.
Por lo demás, la maqueta es ESPECTACULAR. Es grande, larga, ancha, una pintura magnífica, una pose brutalísima. El coche es precioso, los detalles son bastante buenos, las ruedas, como siempre, de 10, salvo la dichosa válvula. Una noticia positiva que no me esperaba es que, por fin, Autoart ha hecho un coche de Le Mans totalmente abrible, ya era hora. El motor está correcto, cumple bastante bien teniendo en cuenta el ocultismo que profesan los últimos inventos. Los carbonos, tienen dos ligas en el mismo coche, los hay buenos y malos. El interior es su punto débil, muy plasticoso, la red, los cinturones, etc, es lo peor del coche. Sin embargo pese a estos contras, no suelo ponerlo, gracias a la espectacularidad de la maqueta, que está bien hecha, y bien encajada, se ha convertido en una de mis maquetas favoritas. Sería de las últimas en vender, por su historia, belleza, buena presencia y acabados, especialmente exteriores.
A FAVOR:
- La pose es perfecta, muy llamativa, la pintura muy bien aplicada. Todas las rejillas son buenas, y eso que algunas son muy pequeñas.
- Por fin, un coche de Le Mans de Autoart, que se abren las 4 partes, puertas, capó y tapa de motor.
- Encajes muy buenos, y más teniendo en cuenta la complejidad de apertura de puertas, deja muy poco hueco libre.
EN CONTRA:
- Relación calidad precio mala. Nunca estará justificado que un coche de plástico valga más de 200 €.
- Carbonos de dos divisiones: unos son estupendos, tampografiados y barnizados, y otros son un simple plástico con una trama de molde.
- Las calcas no tienen la nitidez a la que nos tienen acostumbrados. Lo he comparado con otros Autoart y está confirmado: tienen como menos menos resolución, menos detalle "crisp" como dicen en los foros extranjeros.
FOTOS:
Bonustrack: he actualizado los coches del portacoches. Ahí está toda mi colección de GTs.
