La marca tuvo sus orígenes en 1885 cuando Siegfried Bettmann formó S. Bettmann & Co y comenzó a importar bicicletas de Europa y venderlas bajo su propio nombre comercial en Londres. El nombre comercial se convirtió en "Triumph" el año siguiente y en 1887 Bettmann fue acompañado por Moritz (Maurice) Schulte, también de Alemán. En 1889 comenzaron a producir sus propias bicicletas en Coventry, Inglaterra y pasó a llamarse Triumph Cycle Co. Ltd. en 1897. En 1902, se comenzó a producir motocicletas Triumph en Much Park Street en Coventry. El negocio prosperó y pronto comenzaron compraron las instalaciones de una fábrica de hilados en Priory Street para desarrollar una nueva fábrica.
En 1921, Bettmann fue persuadido por su gerente general para adquirir los activos y locales de la Dawson Car Company y empezar a producir un coche, el nombrado Triumph 10/20. La producción de este coche y sus sucesores inmediatos era moderada, pero esto cambió con la introducción en 1927 del Triumph Super 7, que se vendió en gran número hasta 1934.
En 1930 el nombre de la empresa fue cambiado a Triumph Motor Company, La compañía se encontró con problemas financieros, en 1936 se vendieron los departamentos de bicicletas y motocicletas. En 1937 Triumph comenzó a producir motores propios con los diseños de Donald Mitchell Healey.
En julio de 1939, Triumph Motor Company entró en quiebra y la fábrica y el equipo se pusieron en venta. Thomas W. Ward Ltd. compró la compañía, pero los efectos de la Segunda Guerra Mundial Guerra detuvieron de nuevo la producción.
En noviembre de 1944 lo que quedaba de la compañía y el nombre comercial fue comprado por Standard Motor Company. Los nuevos propietarios de Triumph habían estado suministrando motores a Jaguar y su compañía predecesora desde 1938. Después de una discusión entre Sir John Black, director de Standard y William Lyons, el creador y propietario de Jaguar, Black adquirió los restos de la empresa Triumph para construir un coche para competir con los Jaguar después de la guerra.
A principios de la década de 1950, se decidió utilizar el nombre de Triumph para coches sport y en 1953, salió el Triumph TR2, el primero de la serie TR, se produciría hasta 1981.
Desafortunadamente en Noviembre de 1960 los libros de la Compañía reflejaban números rojos, Leyland Motors hizo una acertada oferta en diciembre de 1960 y en abril de 1961 se hizo con el control completo de la compañía, Durante el proceso de toma de posesión, el prototipo, fue ocultado lejos y descubierto solamente cuando un ejecutivo de Leyland preguntó, qué era ese pequeño coche que estaba debajo de unas hojas llenas de polvo en una esquina del departamento de diseño. El ejecutivo quedó admirado de inmediato y el 13 de julio de 1961 pidió el proyecto para ponerlo en producción, el coche fue lanzado en el salón del motor de Londres en octubre de 1962 con el nombre de Triumph Spitfire.
En enero de 1968, se concreta la fusión entre Leyland y el grupo BMC/Jaguar, perteneciente a BMH, dando origen a la British Leyland; esta gigantesca iniciativa propina un duro golpe a Triumph, ya que después de años de encarnizada competencia contra MG, de pronto ambas marcas se encuentran formando parte de la misma corporación. En 1974 comenzaron los problemas para British Leyland y, por fin, el gobierno británico decide intervenir. La nacionalización del grupo empresarial al que pertenece significa el declive definitivo de Triumph.
El único proyecto que sigue adelante es el revolucionario deportivo TR 7/TR 8, gracias al cual se logra mantener vivo el nombre de la marca. El modelo dejó de producirse en 1981, aunque éste no fue el final; todavía queda en activo el Triumph Acclaim (una versión del Honda Ballade), que resiste hasta 1984.
La división de automóviles BL fue entonces nombrada Austin Rover Group, que puso fin a las marcas Morris y Triumph. A raíz de la compra por BMW del Grupo Rover en 1994, el nombre Triumph pasa a ser propiedad de BMW.