Hace un año lees sobre el Seat Mii y ves que hay un grupo que empieza a pensar en hacer un coche medianamente accesible para aquellos que, no siendo pioneros y teniendo recursos limitados, se plantean dar el cambio, o al menos, reservar su coche de combustión para desplazamientos cortos, ahorrando en combustible, no haciéndole kilómetros a las mecánicas, y con el ahorro en el combustible, que se haga factible la compra de ese eléctrico.
Luego ese Mii parece que va a salir por 13.000, luego por 15.000. Y ahora te das cuenta de que para comprarte una puta mierda (perdóneseme la expresión) de coche, tienes que poner casi 20.000 machacantes sobre la mesa.
Es el precio por tener conciencia ambiental. Por querer hacer las cosas bien. Los Estados nos están metiendo hasta por los ojos el que hay que hacer algo. El que somos muy malos y contaminamos mucho. Hay que hacer algo. Pero claro, ese algo lo pagas tú y se lo das a las grandes corporaciones.
Y qué quereis que os diga: A uno se le queda cara de imbécil rematado. Tengo que apartar un coche de ciertos acabados y comodidades, para comprar una mierda de plástico, mucho más barata de fabricar que cualquier automóvil convencional, donde prescindimos de turbos, inyectores... de mecánica de precisión. Pero claro, alguien dirá: es que hay que pagar el desarrollo del producto. Y claro, el desarrollo del producto, el tener conciencia social, lo pago yo. Me compro algo con acabados de un coche de 9.000 euros, y pago el doble por algo que dentro de 10 años directamente no va a valer NADA. Es decir, pagamos mucho más por algo que vale mucho menos, y cuyo valor residual va a ser cero patatero. Cojonudo.
Y en todo esto, aparecen los asiáticos en juego con distintos modelos. Bastante más pragmáticos que los europeos. Uno de ellos es el Ora R1. Un coche que se vende en Asia por 7.400 euros, y que en Europa (si les dejan) podría comercializarse perfectamente por 8.000 euros.
Es limitado? Si. Es feo? de cojones. Es práctico y efectivo? al 100%. Hoy en día el coche eléctrico es algo limitado y en constante desarrollo, y mientras que el desarrollo esté ahí, hará que el eléctrico que compres hoy, no tenga absolutamente nada que ver con lo que nos ofrezcan dentro de 4 años, en cuanto a eficiencia y autonomía. Será el día y la noche.
Por tanto? Por qué gastar tropecientosmil euros en algo que va a quedar obsoleto en cero y nada? Por qué los europeos me ofrecen vehículos de transición a precios de limusina?.
Yo lo veo claro: el auto se va a convertir en un bien de consumo en el que el ciclo de vida va a ser cada vez más corto. En el que el uso que le demos en cuanto a ciclo de vida se va a parecer más a como consumimos móviles hoy en día que a como lo hacíamos en los inicios, cuando no había smartphones.
Y Europa se está quedando atrás en la jugada. ¿Cómo enjuagar todo esto? ¿Cómo reconvertir tu modelo de negocio a un ritmo mayor del que se está yendo?
Dentro de 10 años tendremos una industria automotriz que no la conocerá ni la madre que la parió. Los talleres de los concesionarios como tal, no existirán porque sencillamente no habrá mecánicas que atender. Sólo cambios de batería, suspensión y algún que otro tema estético. Actualizaciones de firmware.
Me encantan los coches convencionales (no bajo de 250 cv) y no dejaré de tener uno mientras que los Estados te permitan mantenerlo, que será poco tiempo. Ya lo vereis. En el momento que los fabricantes abandonen las motorizaciones de modo masivo, el que tenga un coche de combustión será como Hitler. Hoy no, porque hoy hay intereses poderosos. Cuando no los haya, ya habrá vía libre para decirte lo malo que eres y de paso follarte a base de bien con toda una retahila de impuestos.
En mi caso, quiero ser lógico y coherente. Y quiero un coche para el día a día asequible y responsable con el Mundo, pero claro, me dicen que un cacho plástico vale 20.000 cukas. Con unas ayudas de risa aquí en España. Y a todo esto aparece el Chino de turno para ponerlo todo patas arriba.
Los Xiaomi eran una mierda, al igual que los Hyundai... y mil marcas más antes. Somos un cementerio de elefantes y nos van a comer. Y no señor: no me da gusto, pero cuando veo que me piden 20.000 euros por un cachoplástico, entonces digo: bienvenido chino.