Se conserva el equipamiento aportado en 2018, en lo relativo a navegación. En particular, los WPC (Way Point Control), que favorecen la capacidad de lectura del Road Book, en detrimento de las funciones del GPS. Se pone de nuevo el acento en la navegación y en la regularidad, que son los pilares del rally raid.
GPS: NAVEGACIÓN CON BRÚJULA
Correr con regularidad y saber respetar el road-book son los dos pilares del éxito en rally raid. Para favorecer las cualidades de navegación y volver a colocarlas en el centro del menú del Dakar, las funciones de los GPS que están a disposición de pilotos y copilotos han sido voluntariamente degradadas. Entre otras novedades se reemplazará la mayoría de los Way Points Escondidos (WPM) por Way Points de Control (WPC), que se activarán una vez que pase el vehículo. Entonces, los competidores no tendrán tanta ayuda con los instrumentos de guiado. Este nuevo sistema, la vieja brújula, probado en el Afriquia Merzouga Rally en el mes de mayo pasado, le da importancia a la orientación.
REINCORPORACIÓN TRAS ABANDONO
En el Dakar las decepciones son en ocasiones crueles, como ocurre cuando se da un abandono prematuro después de apenas unos centenares de kilómetros en carrera. Este año, los coches, camiones y SxS que se apeen de la pista en la primera parte del rally podrán reincorporarse a la carrera después de la jornada de descanso en una competición paralela. Competiendo en una clasificación separada, estos vehículos lucirán una placa naranja y no podrán tomar nunca la salida entre los 25 primeros de una especial.